miércoles, 16 de diciembre de 2015

Bones.Reseña The Doom in the Boom (11.10) Cambio de juego.

 

Me parece increíble que esta vaya a ser mi última reseña de Bones en mucho tiempo. Va a ser una larga espera hasta que veamos The Dead in the Defense, título, por ahora del episodio once. Ya sé, ya sé que por estas fechas el año pasado nos encontrábamos en una situación parecida, pero por entonces conocíamos la fecha exacta del retorno, 26 de marzo; sin embargo a día de hoy Bones se ha ido sine die. Sin pecar de optimista, esta incertidumbre también pasará y Bones terminará regresando a la programación a finales de marzo o principios abril. Pero mejor será dejar lo futurible e ir al tajo. 


Cuando los productores nos han hablado de  The Doom in the Boom, han dicho que era el episodio que habían previsto como inicio de la temporada, tenía un caso potente y un gran suspense final; pero que lo desecharon porque no se centraba suficientemente en Booth y Brennan, lo que consideraban necesario en el estreno. Y doy gracias por ello, porque no me hubiera sentido muy feliz si lo hubiera sido. Que el centro de Bones sean Booth y Brennan no sólo es necesario para los episodios de estreno, sino durante la temporada entera.


Aunque se nos había advertido que afectaba principalmente a Hodgins, Angela y Aubrey, nada se nos había dicho de que la acción estaba en sus manos. No tengo ningún inconveniente en que el doctor Hodgins, un personaje que me encanta, sea el protagonista de un episodio, ni Cam; pero en este se ha ninguneado malamente a Booth. Increíblemente parte de su investigación policial, esencial para la resolución del caso, se produce fuera de pantalla y la conocemos por lo que nos cuentan Brennan o Cam. Mientras que por ejemplo Caroline Julian interroga a un mafioso por meras conjeturas sobre la participación en el asesinato. Extraña elección de escenas. En ese sentido parecía más un episodio de la Décima Temporada (de la parte de la Décima en que el rodaje del 200 y el embarazo de Emily Deschanel limitaban la participación de Booth y Brennan)


Mi primera impresión nada más verlo fue que se le notaba demasiado la intención con que fue escrito, la reincorporación de Booth y Brennan a sus trabajos después del abandono del final de la Décima; ahora tres visionados más tarde no sólo me reafirmo en ella, sino que me parece que el lavado de cara que se le ha hecho para convertirlo en el episodio final de la temporada de otoño no ha sido suficiente para hacérnoslo olvidar, que esa sigue siendo su esencia y su lastre: Booth y Brennan apartados de los crímenes hacen un paréntesis en su nueva vida para trabajar en un caso que les afecta personalmente. Uno en que el doctor Hodgins y Aubrey resultan heridos


De ahí que cuando sucede la desgracia, Booth diga “Todo pasa por mí, ¿de acuerdo? Hasta que Aubrey se ponga mejor. Voy a tomar la iniciativa en el caso.” ¿Desde cuándo necesita Booth permiso para dirigir un caso?

Item más, la preocupación de  Brennan  por su reacción en el hipotético caso de que Aubrey muriera: 


¿Seguro que quieres llevar este caso, Booth? —le pregunta— Aubrey puede morir.

¡No hables así! Aubrey no va a morirprotesta enfáticamente Booth.

Puede, y si lo hace, me preocupa que reacciones como cuando murió Sweets.


—  Cuando Sweets murió me sentí culpable. Y el peso de la culpa es lo que me llevó a jugar de nuevo.

Respuesta que lleva a Brennan a preguntarse “¿Cómo sé que si Aubrey muere no encontrarás alguna manera de culparte a ti mismo? Un dialogo superfluo porque Brennan sabe que no lo hará y lo sabe porque Booth en esta temporada ya ha asumido una muerte para él mucho más dolorosa, la de su hermano Jared, ¿por qué entonces este dialogo? Seguramente porque en el universo del autor del guion, esa muerte no había sucedido aún.


Su ausencia de la escena del crimen y por tanto de la explosión. ¿Por qué están tan tranquilos en su casa preparando “salsa puta”? ¿Por qué cuando reciben la llamada de Aubrey, no dejan lo que están haciendo, llaman a Max para que cuide a sus hijos y se marchan rápidamente a investigar? ¿Por qué mantienen la cena con Angela y sin Hodgins?, para mí la respuesta no puede ser otra, porque cuando se escribió el guión del episodio, no era su trabajo.

Pero dicho todo esto que es lo que más me chirría porque afecta al centro mismo de Bones, dejándolo a un lado, los sucesos del episodio son una prueba, una gran prueba para Angela, Hodgins, Cam y Aubrey. Y es muy interesante como cada uno reacciona ante ellos, como enfrentan el desafío.

AUBREY

Todo drama necesita de un héroe, de alguien que olvidándose de sí mismo y sus intereses proteja a los indefensos,  salve a las damas, cargue sobre sus espaldas el dolor del mundo y derrote al mal. Aubrey  aunque sea ambicioso y tenga su futuro programado para ser Senador de los Estados Unidos, consciente de que somos lo que hacemos, quiere ser Booth, es decir un héroe (lo que por supuesto redundara en beneficio de su futura carrera política. En realidad, Booth no sólo es para el espejo en el que se mira sino rival a superar (¿recordáis como vio una oportunidad de ocupar el puesto del agente Andy cuando Brennan lo mató en su última novela?). Hasta ahora todo lo más que había conseguido era ocupar su despacho. 


The Doom in the Boom supone para Aubrey un verdadero cambio de juego al brindarle la oportunidad que buscaba. Y por supuesto la aprovecha. En su espalda quedarán de por vida las cicatrices con las que la metralla de la bomba que estalla cuando examinan el cadáver le hiere, cuando salva la vida del doctor Hodgins arrastrándolo lo más lejos posible del foco de la explosión, pero sobre todo cuando se lanza sobre él sirviéndole de escudo. Esa reacción instintiva de proteger y salvar lo convierte por fin en el héroe que se soñaba. No hacía falta que fuera más allá y sin embargo va. 


Porque en la investigación del asesinato, de los asesinatos (resultan que inicialmente fueron dos, un policía famoso y un guardia de seguridad con problemas de ira) Booth avanza sin más certezas que el odio a la autoridad del asesino (a pesar de la aparición de una analista del comportamiento olvidadiza y desordenada), Aubrey se escapa del hospital y ante las cámaras,  dirigiéndose al asesino,  dice Yo soy la autoridad, y voy a coger a la persona responsable de estos terribles actos horribles. Pueden contar con ello.”


Y de paso le roba a Booth, que en esos momentos discutía con Brennan la posibilidad de centrar sobre sí la atención del asesino para poder atraparle, la posibilidad de ser el héroe. Bien por Aubrey.


Su premio por una acción tan “irreflexiva e inmadura” (Caroline dixit) está por llegar en lo que resta de temporada. En el episodio se tiene que conformar con medio deglutir una descomunal hamburguesa, media porque en cuanto se presenta la analista del comportamiento, que tan escasa relevancia ha tenido en el caso, se la arrebata. 


Y hay que ver lo bien que le sabe, sus gemidos de placer convencen a la vieja Caroline para decirle al camarero “Quiero tomar una de esas” en una clara referencia a la película “Cuando Harry encontró a Sally” y la famosa escena del fingido orgasmo.
CAM

Esta temporada el personaje de la doctora Saroyan, una mujer fuerte, decidida y llena de certezas ha experimentado un cambio sustancial, se ha convertido en Hamlet. Desde que la reincorporación de la doctora Brennan al Jeffersonian provocó la salida de su novio Arastoo, desde que él antepuso su orgullo masculino a su amor, los guionistas la han hecho debatirse en un mar de dudas.  

Primero cuando le hicieron preguntarse, preguntar a Angela, si hizo bien en no renunciar a su carrera, en quedarse en el Jeffersonian en vez de seguir a Arastoo donde la vida le llevara, olvidando que había sido el propio Arastoo quien la rechazó cuando ella, enamorada, se ofreció a seguirlo. Luego su indecisión, en The Cowboy in the Contest, sobre la profundización de su relación con Sebastian Khol, el fotoperiodista cañón y mentor de Angela, (quien a la chita callando se está convirtiendo en un personaje recurrente). Que tenga que ser el personaje de Daisy quien con sus consejos le haga decidirse en favor de la relación dice muy poco de su carácter.


Todo estaba previsto para llegar a The Doom in the Boom, en este episodio Cam no sólo es la sobreviviente a la bomba que estalla en la escena del crimen hiriendo a Aubrey y a Hodgins y matando a cuatro policías, sino a la que estalla en el Jeffersonian cuando inopinadamente Arastoo Vazirii aparece en el laboratorio preocupado por ella. 


Y sí fuera sólo eso…, pero no, Arastoo va más allá y los últimos compases del episodio se desdice de todo lo dicho y reconoce que la quiere, que se equivocó al alejarla de él, añadiendo en plan Love Story.


— Eres para mí más importante que cualquier trabajo podría llegar a ser. Al infierno iría a hacer sándwiches de queso por un salario mínimo si eso significaba volver a casa a ti cada noche.

Y cuando Cam le confiesa que está viendo a alguien, él mantiene la esperanza, ¿Es algo serio? le pregunta y una vez más Hamlet se apropia de Cam, “Yo… yo no lo sé”, balbucea.  Si no lo sabe entonces no es nada grave, dice y Arastoo decidido le pide estar de vuelta en su vida.


Y los guionistas por mor del suspense nos roban la respuesta de Cam, porque precisamente en ese instante oyen el grito de Angela, porque en esos momentos la desolación a la que hace referencia el título del episodio ha caído sobre el doctor Hodgins.

HODGINS Y ANGELA

Y no puede ser más desoladora la imagen que del doctor Hodgins nos ofrece la cámara, derrumbado en el suelo, inmóvil, con los ojos y la boca entreabiertos, como muerto. Angela de rodillas a su lado, incapaz de ninguna acción, mirándolo, acariciando su espalda. ¿Qué ha ocurrido para que 24 horas después de sobrevivir al estallido de la bomba se derrumbe como un árbol viejo ante el hacha?


Porque Hodgins sobrevive a la bomba aparentemente sin un rasguño, es cierto que apenas se puede mover, que está lleno de dolor, pero nada que una pequeña aspirina no pueda curar. El bendito y generoso doctor no está dispuesto a amilanarse por lo sucedido, no quiere irse a su casa a descansar, tienen que trabajar, tienen que atrapar al asesino, por Aubrey, porque en esos instantes aún está en peligro, porque le salvó la vida y esa, esa es una deuda muy, muy grande que él se siente obligado a pagar. 


Es un buen hombre el doctor Hodgins, vencidos sus problemas de ira de la primera temporada gracias al amor de Angela, se ha convertido más que en el Rey del Laboratorio en una suerte de Sancho Panza sabio, en el amigo, el compañero generoso que está ahí para todos y todo.

Y como si nada le sucediera se pone a ello con el tesón y la lucidez que le caracterizan. Y encuentra las partículas que determinarán el lugar del primer crimen y encuentra la bala que lleva la huella de la segunda víctima y cotilla como siempre informará a Arastoo de los nuevos intereses de Cam, a Cam de la diferencia entre Sebastian y Arastoo. El dolor está ahí, pero sólo le sirva de recordatorio de que ha estado a punto de morir.


Y él no quiere morir, quiere seguir creciendo y reconociendo su egoísmo cambia de opinión. Michael Vincent  ya no será un hijo único que juegue con hermanos invisibles, Angela dejará de sentir nostalgia de un bebé porque Hodgins, por fin, decide lo que sin la intervención torticera de los nuevos dioses de Bones, no hubiera necesitado decidir. Van a ampliar su familia y no sólo con un hijo o con dos, con siete si son necesarios, con los que su mujer quiera.


¿Qué ha ocurrido para que ellos que se consideraban afortunados porque la desgracia que tan de cerca tocaba a sus amigos pasaba por su lado sin tocarlos, de repente, como si un dios malévolo les hubiera señalado con el dedo vean truncado su futuro?  Aparentemente la pequeña aspirina es la culpable, porque al aliviarle el dolor enmascaraba el daño. 


Cuando en el hospital la doctora se lo explica, Angela, al igual que nosotros no comprende lo que significa, y debe ser grave porque ninguno de sus amigos se decide hablar, hasta que por fin Brennan dice lo que nadie queríamos oír. Hodgins está paralizado


Para él y para Angela, de Doom in the Boom si ha significado un verdadero cambio de juego, para cuando lo volvamos a ver en abril ya nada volverá a ser igual. Seguro que lo superará.


Y por supuesto a los asesinos, porque resultan ser dos, los atrapa Booth… y por supuesto Aubrey.

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