domingo, 4 de mayo de 2014

Review de REVIEW. Una comedia "experimental"


Review es una comedia del canal Comedy Central protagonizada por Andy Dyle, adaptación de la serie australiana Review con Myles Barlow, cuya primera temporada, nueve episodios, acaba de terminar con un gran éxito de crítica en Estados Unidos. Por ahora todos los episodios se pueden ver en Youtube.

Review es a su vez un show de televisión, un falso documental, en el que un  “crítico” de la vida, Forrest McNail (Andy Dale) analiza cualquier experiencia vital que los espectadores tengan curiosidad por sentir. El espectador lo pide y si AJ, su ayudante, interpretada por Megan Stevenson,  lo selecciona, Forrest la llevará a cabo, realizará una crítica sobre ella y la valorará. Según Forrest si lo hace bien aportará una nueva luz sobre lo que significa estar vivos. Un benemérito trabajo y un gran concepto, “experimentar en cabeza ajena”, que ya sabemos falso.


Forrest, aparentemente, es un hombre anodino, normal y corriente, casado desde hace catorce años con una maravillosa mujer Suzanne (Jessica St. Clair) que le hace inmensamente feliz, es su mejor amiga y su compañera. Pero Forrest es un showman tan comprometido con su trabajo, que no duda en poner en peligro su vida, su libertad y su matrimonio con tal de darle a los espectadores lo que le han pedido. La crítica de una experiencia vital. De ello se encargarán especialmente Grant, (James Urbaniak) el productor del programa, cuando en alguna de las experiencias, traumáticas Forrest esté a punto de tirar la toalla, allí estará el para recordarle sus palabras, al final recibirá su premio. Lucille (Tara Karsian), la secretaria del programa y única participante que parece tener los pies en la tierra y Josh (Michael Croner), simplemente becario. 


¿Y de qué clase de experiencias hablamos? En el primer programa desde Nebraska, Mark, que está pensando en robar la tele de su madre, se pregunta cómo se sentiría al hacerlo. ¿La culpabilidad le destrozaría o le gustaría tanto que perdería el interés por el resto de las cosas? Y Forrest como es su trabajo va a descubrirlo, después se lo contará a Mark. Abandona el plató y la cámara le sigue.


 Y empieza robando caramelos en un supermercado. Cuenta a cámara que normalmente un par de días a la semana acude a la misma tienda, los coge y pasa por caja para pagar, esta vez no va a ser así, su risa nerviosa cuando lo dice suena tan débil y falsa que por un instante crees que no lo hará, que de eso, de fracasos y demás depresivas zarandajas irá la historia, que lo atraparán. Error. Preguntándose una y otra vez ¿Qué estoy haciendo, que estoy haciendo?, sintiéndose culpable, Forrest abandona el supermercado con su bolsa de caramelos en el bolsillo. Ha sido emocionante, dice, pero daba miedo, un miedo muy especial, de montaña rusa.


Como el robo de los caramelos ha sido demasiado impersonal, subiendo un escalón en su "escalada" por el mundo del crimen, le roba las bolsas de comida a una anciana en el aparcamiento, al principio se siente un poco mal. Luego cuando llega con la comida a casa y es recibido con alborozo por su mujer y su hijo, el sentimiento desaparece. Pero, piensa, que si realmente quiere hacer una buena crítica debe experimentar lo que se siente poniéndose en riesgo de ser atrapado por la policía, sube otro escalón más y termina convirtiendo las oficinas del programa en un campo de entrenamiento para su más ambicioso crimen. Va a robar un banco, mientras Josh, el becario encañona al director y saca el dinero de la caja acorazada él lanzará un discurso “indignado” sobre los engaños de los bancos.


Lucille ¿tienes las medias? — Pregunta Forrest a su asistente que conduce el coche.
— Yes I do -. Responde comenzando a quitárselas.
— Están calientes —reconoce cuando comienza a ponérsela en la cabeza —, es agradable.
¿Lo conseguirán? Pues no. El guardia de seguridad le dispara en el culo al becario antes si quiera de entrar en el banco. Sin embargo la experiencia no ha sido en balde, Forrest salió del banco con algo más importante que el dinero.  Un nuevo respeto por los becarios sin sueldo de América. Los gritos de Josh le perseguirán para siempre, su único consuelo es que ahora llevará para el resto de la vida en su culo el recordatorio  de la insensatez de robar. Al final, la experiencia de robar tendrá dos estrellas. 


¿El resto de las experiencias? Pues por ejemplo las del primer episodio: ¿Qué se siente siendo adicto? Para cuya crítica por supuesto Forrest terminará siendo adicto a la cocaína. Otra, una espectador quiere saber si su graduación será la mejor noche de su vida o solo dos horas intentando quitar las manos de su novio de sus pantalones. Y no importa la diferencia de edad, al baile de promoción que se va Forrest, parece que va a ser un baile tipo Carrie, pero termina a lo Fiebre del Sábado Noche, gracias a la cocaína.


Las del segundo episodio son aún más divertidas o surrealistas, porque los espectadores quieren saber no sólo que se siente siendo racista o si graban un vídeo sexual su vida de pareja se enriquecerá, lo que parece ser que sí. El más surrealista es el tercer episodio, Tortitas, divorcio, Tortitas. En la primera parte, un espectador que ha comprado un paquete para hacer tortitas para quince personas quiere saber qué sentiría si se las comiese él solo. Forrest se comerá las quince tortitas y al finalizar se descubrirá muerto y los espectadores también lo estaremos, muertos pero de risa.


Pero ahí no termina, no. Una espectadora con muy mala leche que quiere saber qué se siente divorciándose. Y ahí, Forrest, hombre comprometido con su trabajo, con todo el dolor de su corazón terminará divorciándose. La crítica no será muy positiva. Pero es más la siguiente experiencia será… sí,  qué se siente comiéndose treinta tortitas a la vez, y ahí Forrest, hombre responsable, que se sabe muerto reacciona y cómo si fuera el indomable de la leyenda se come las treinta tortitas ante el asombro del mundo. Y lo consigue porque ya no es que esté muerto, es que como está muerto ya no importa nada, ni siquiera comerse las treinta tortitas.


Y al final qué. El final, como el resto de la temporada hay que verlo, pero a Forrest, después de haber vivido un maravilloso último día de su vida, dormido con un famoso, asistido a una orgía, tenido un mejor amigo, renunciar a su trabajo, ir al espacio o casarse con alguien que acaba de conocer, la última experiencia Qué se siente siendo irlandés le devuelve su vida perdida… ¿volverá a Review? De una segunda temporada, por ahora no se sabe.

Para que os hagáis una idea unos vídeos: disfrutadlos.


















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